7.02.2012

20

Versas un "dos" sobre tus labios y después un cigarro. Papel de liar y el aroma adheridos en tus huellas dactilares durante ocho minutos, marca de fábrica, marca de tacto. Eres piel y eres esencia salvaje irrevocable, sospecha, prestigio, recelo, indicio. Coronas mis dudas, yo arropada entre mis sábanas y tú asomado en la ventana. Ahí escondidas un par de menorquinas, cuando me suspiraste que éste sería nuestro verano, puede que de otros, pero seguro nuestro, que haríamos noche en un barco y viviríamos en Formentera. La emoción-colapso de un cortocircuito, los amaneceres tranquilos que se deslizaban con arena, limón y sal. Y tú, y tú. Tú eras mi Formentera, mi necesidad, la barba de tres días que mordía entre carcajadas y las camisas medio desabrochadas que nos dejábamos siempre por planchar. El platito de tellinas del bareto en Es Caló, eres el salitre de nuestra piel seca después del submarinismo. Tú coral, tú aguamarina, tú pez payaso, tú beso, tú y yo. Nada más, te quiero más.
Eres, eras, pudo haber sido, fue, será. Y todos los tiempos verbales del verbo "no se acaba aquí"

1 comment:

Mònica C. Vidal said...

es bonito.
es bonito y sabe a triste.
pero es bonito
(al fin y al cabo)